La Oración

La mejor forma de cultivar una relación con alguien es tomando tiempo para platicar con esa persona. Uno no tuviera muchos amigos si nunca hablara con ellos, ¿verdad? ¿Cuánto sufriría la relación con tu familia si nunca invirtieras tiempo para ellos o nunca permitieras que te hablaran? 

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Lo mismo aplica en cuanto a tu relación con Dios. Así como la lectura/meditación de la Biblia te ayuda a conocer a Dios más íntimamente, al pasar tiempo con él en oración te ayudará a intimar con Dios aún más. La oración es la forma de comunicarte con Dios.

• Aparta tiempo cada día para orar. No dejes tus conversaciones con Dios para las “sobras” de tu día ocupado.

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• Haz la oración tu prioridad. Una buena idea es unir tu tiempo para orar con tu tiempo de meterte en la Palabra. 

 

Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Marcos 1:35

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• No trates de impresionar a Dios. Sé tú, y solamente platica con él. No tienes que usar palabras elocuentes para impresionarlo. Ve a Dios lo más honesto y sencillo posible. Habla de tu corazón. Acuérdate, él es tu Padre.

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Les daré un corazón que me conozca, porque yo soy el Señor. Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios, porque volverán a mí de todo corazón. Jeremías 24:7

 

Considera este pasaje también: 

 

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Filipenses 4:6